En los últimos años, junto con los avances de las Tecnologías de la Información, la globalización y los procesos de reforma y modernización del Estado, la función de abastecimiento ha vivido un significativo cambio de rol, pasando de un papel más bien secundario a otro cada vez más esencial. Una buena gestión de abastecimiento ayuda a las organizaciones a lograr sus objetivos estratégicos y simultáneamente a disminuir costos. Además, en el caso del sector público, también mejora la transparencia, aspecto esencial considerando que las compras se efectúan con el aporte de todos los ciudadanos.