Este curso entrega herramientas económicas para entender el funcionamiento de los mercados energéticos (principalmente de los mercados eléctricos). Y explica los principales mecanismos que se usan para incentivar la eficiencia energética y el uso de las energías renovables.
Ciertamente, la energía es la fuerza vital para el funcionamiento de la sociedad moderna. De ella dependen la iluminación, el transporte de personas y mercancías, la producción de los alimentos y el funcionamiento de la industria, el calentamiento y la refrigeración de nuestras casas, el funcionamiento de los computadores y de los medios de comunicación, etc. El desarrollo económico y social depende fuertemente de contar con fuentes de energía confiables, asequibles y compatibles con el cuidado y la preservación del medio ambiente.
En Chile, durante esta década, el crecimiento de la demanda de energía se ha mantenido por sobre el crecimiento económico. Y, el consumo de energía eléctrica ha crecido por encima del producto. La creciente demanda energética nacional se cubre con diversas fuentes de energía primaria como son el petróleo, gas natural, carbón, hidroelectricidad, leña y otros. Hoy en día Chile importa la mayor parte de la energía que consume (petróleo, gas natural y carbón). Solo la energía hidroeléctrica y la leña son de origen doméstico.
En este contexto, estamos en un punto de inflexión respecto de la definición de políticas públicas que aborden los desafíos del problema de la energía.