Tanto en el estudio como en el trabajo son múltiples las situaciones en las que se comunica con fines persuasivos: escritos, negociaciones, entrevistas, debates, conferencias, etc.
Saber comunicar es el medio fundamental para obtener resultados, a ninguna persona se la juzga por lo que es o por lo que sabe, sino por lo que manifiesta. Ningún receptor puede ingresar en forma directa a la mente del emisor para examinar sus virtudes, intenciones o conocimientos.
Por lo tanto, es necesario progresar en dos direcciones. Una interior, el autoconocimiento de las capacidades expresivas y saberes, para potenciar las fortalezas y convertir los defectos en virtudes. Otra exterior, para canalizar los recursos hacia objetivos concretos ya que toda comunicación es tanto una posibilidad de éxito-oportunidad, como de fracaso-amenaza.