La alimentación energética sin interrupciones y de buena calidad es una necesidad cada vez más urgente. En efecto, los dispositivos que se deben alimentar tienen papeles cada vez más fundamentales y cruciales en la vida de las empresas, la seguridad de las personas, la conservación y el tratamiento de datos, y en las comunicaciones.
Además, los dispositivos que cumplen estas funciones son sofisticados y sensibles, y pueden sufrir daños por las interferencias provenientes de la red de alimentación.